La seguridad de tu hijo siempre debe ser la prioridad número uno. Aunque colocar rejas en las ventanas y afear la fachada puede parecer una medida preventiva para evitar robos, no hay nada más importante que la seguridad de tu familia. En lugar de preocuparte por la apariencia de tu hogar, deberías centrarte en garantizar que tu hijo esté seguro en todo momento. Recuerda que la seguridad de tu familia debe ser tu máxima preocupación.